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Alitas de pollo al horno con pimentón

8/6/2020

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Hoy, unas alitas de pollo doradas, con un puntito de gusto a limón y a pimentón que las hacen irresistibles. En 30 minutos listas para comer. ¡Estas las haces seguro. porque están para chuparse los dedos! En esta entrada te cuento cómo hacerlas bien crujientes.
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Hay mil maneras de preparar unas alitas de pollo. ¿Siempre las haces del mismo modo? Pues esta es una receta que requiere muy poco tiempo por tu parte, el horno se encarga de hacer casi todo por ti, y además sin salpicaduras en la hornilla. Aliña por la mañana para que estén más ricas y absorban los sabores y luego solo pon en el horno.

Claves para una piel crujiente

Lo que más nos gusta al comer unas alitas de pollo es que la piel queda crujiente y jugosa. La piel de las aves están compuestas por el 50% de agua, un 40% de grasa y un 3% de colágeno. Para hacer que la piel sea crujiente el proceso que tiene que ocurrir es primero disolver el colágeno en el agua que contiene la piel del pollo, para formar una gelatina blanda, y luego evaporar el agua de la piel. El calor intenso de un horno o de una sartén logra esto de forma eficiente. Si la temperatura del horno es baja y la cocción lenta el colágeno no se disolverá y el resultado será una piel blanduzca.

Ayuda dejar el pollo en el frigorífico destapado al aire un día, también ayuda impregnar la piel en aceite, como hacemos en esta receta, para que el aceite transfiera el calor del horno a la carne. La carne se debe servir cuanto antes, porque la piel crujiente absorbe rápidamente la humedad de nuevo. (McGee, H. La cocina y los alimentos)

Beneficios de la carne de pollo

El pollo es un de los productos más versátiles que tenemos. Y uno de los productos más cocinados en todo el mundo. A su vez, es una de las carnes más nutritivas, saludables y con menos grasa. Es rica en proteína y baja en grasa y aporta menos colesterol que otras carnes. Además contiene vitamina B12, vitamina B3, ácido fólico, fósforo y minerales, como hierro y zinc. Es de fácil digestión y al tiempo saciante, y poco calórica. En las alitas de pollo se concentra una importante cantidad de colágeno y en la pechuga la mayor cantidad de proteína.
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Foto tomada de pixabay

Comprar un pollo de verdad

Hay carne de diferentes calidades y precios que se venden en diferentes superficies: supermercados, mayoristas, tiendas gourmet y carnicerías. Es recomendable buscar un carnicero que sea escrupuloso con la calidad y te genere confianza. Hazte cliente y compra la carne, a ser posible, siempre en el mismo lugar. En general, las carnes de supermercados son baratas, proceden de animales masificados, y se crían siguiendo criterios de productividad y no de calidad. Tienen menos sabor, tienden a quedar secas y duras, e insípidas al cocinarse. En hipermercados de cierto nivel, encuentras pollos camperos y ecológicos.

Es mucho más saludable que compres la carne procedente de un pollo que despiezan delante de ti. Nuestras madres compraban el pollo entero y hacían particiones para distintas comidas: media pechuga y medio caparazón, para el cocido; y con las carcasas, alitas y el cuello, una sopa; con el pollo del cocido o de la sopa, unas croquetas; y el resto para hacer pollo en salsa. El pollo comprado entero también es más barato, que comprado por piezas, supongo que el carnicero cobra por el despiece.
Las carnes previamente cortadas expuestas en mostrador o envueltas en bandejas de plástico, están más expuestas al aire, a la luz, y a las bacterias, y desarrollan sabores extraños en un par de días. De cualquier modo, si compras el pollo en el supermercado, todos lo hemos hecho alguna vez, cógelo justo antes de pasar por caja, para que esté el menor tiempo posible sin frío, y a ser posible transpórtala en bolsa térmica.

Por otro lado, también se venden carnes aliñadas y empaquetadas, mira las etiquetas: te sorprenderás de los ingredientes. Evítalas si puedes.

En cuanto al tipo de pollo, este es todo un mundo, merecería un post. Las clasificaciones que destaco son tres: la usada por los carniceros, los pollos blancos y amarillos; por otro lado, encontramos otra clasificación en pollos industriales, los pollos de corral, los pollos camperos y los pollos ecológicos; y la tercera, la usada por la normativa europea, alimentado con un % de..., sistema extensivo en gallinero, gallinero con salida libre, granja al aire libre, y granja de cría en libertad.
Los precios que os doy, para que se vean las diferencias, son los de mi carnicero habitual en mercado de abastos de Málaga. El precio del pollo entero oscila entre los 2,5 € del pollo industrial a los 10 euros del pollo ecológico. Si te llevas el pollo entero y troceado sale a 2,90€, y la piezas más caras son las pechugas, a 7,90€.

Otras cosa que no quiero olvidar decirte: normalmente asociamos la piel amarilla a un pollo que se ha criado de modo más tradicional, pero no siempre es cierto, hay pollos que tiene la piel amarilla pero en realidad es teñida. Abajo en las referencias te dejo un artículo que habla sobre ello. Y los pollos de corral, nos los venden a precios de pollos camperos, pero no lo son, ojo también con esto.
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Cómo conservar la carne

Para conservar la carne de pollo es imprescindible la refrigeración. Pero ojo, al refrigerarla sigue deteriorándose. La temperatura óptima para refrigerarla es entre 0 y 4 grados, o en todo caso ponlo en el lugar más frío de tu frigorífico.

El tiempo de conservación depende de si el pollo está comprado en bandejas de plástico o en la carnicería y sin envasar. El primero dura, desde que lo compras, 2 o 3 días, pero se aconseja seguir las indicaciones del envoltorio. El segundo, comprado en carnicerías dura menos, solo dos días desde su compra. El motivo es que las bandejas de carne suelen envasarse en atmófera modificada añadiendo gases que permiten alargar su duración.

Por lo que deducimos que si compras el pollo en bandejas plástificadas, consérvalo en el frigorífico en sus plástico, y si lo compras entero guardalo en un recipiente y con un plástico por encima para evitar el contacto con el aire. en ambos casos consérvalo aislado de otros alimentos. Muchos de nosotros compramos el pollo sin piel, debes saber que te aguantará menos tiempo, ya que la piel preserva del deterioro.

Si vas a congelar el pollo, no esperes a que se deteriore, o empiece a tener mala pinta. Congélalo antes. Una vez cocinado te aguantará dos días, siempre en frigorífico. Ojo con no guardarlo bien, porque el pollo es uno de los alimentos que más intoxicaciones provoca.
Lavar el pollo tiene abierto un debate. Os dejo en las referencias dos enlaces para que tu valores. No he encontrado en el ministerio responsable de consumo nada al respecto, solo recomendaciones de higiene máximas en las cocinas domésticas.

La congelación prolonga el tiempo de conservación considerablemente, porque detiene los procesos biológicos, pero disminuye la calidad por pérdidas de fluidos, por oxidación y enraciamiento de las grasas, y por quemadura de congelador. Si la comgelación es a partir de pollo fresco te aguantará en el congelador tres meses. Si el pollo que compras es ya congelado, entonces te aguantará hasta 12 meses.

La decoloración blanquecina que sale en el pollo congelado, se puede minimizar envolviendo la carne en plástico lo más herméticamente posible. Te aguantará en el congelador solo tres meses.
Para descongelarlo lo mejor es, en el frigorífico, o según McGee, sumergiéndolas en un baño de agua helada y nunca al temperatura ambiente, por la facilidad para desarrollar microbios.
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Ingredientes: (para una persona)
  • 4 Alitas de pollo
  • 3 cucharadas de aceite de oliva (no necesita duplicar cantidades si es para más personas)
  • Una cucharadita de pimentón
  • Zumo de medio limón
  • Sal
  • Pimienta
Utensilios necesarios: 
  • Bandeja de horno del tamaño adecuado a la cantidad de alitas.
  • Papel vegetal (papel de horno) para proteger bandeja (comprado en rollos de 100, ahorras). 
Cómo hacerlo: 
  • Si has comprado las alitas enteras, déjalas en el frigorífico sobre un plato sin tapar, aisladas de otros productos. La piel se secará un poco y favorecerá el que queden crujientes.
  • Pártelas y separa las tres partes de la falange: el muslo, el alón y las puntas. Yo prescindo de las puntas (opcional) y las uso para hacer sopa de pollo.
  • Truco de cocina: Coge el papel sulfurizado (papel de horno), arrúgalo entre tus manos, y ponlo bajo el grifo. Extiéndelo sobre la bandeja, de este modo el papel se hará flexible y se evitará que se enrrolle adquiriendo su forma previa. Al mojarlo, se retrasa que el papel se oscurezca con la alta temperatura del horno
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  • Ponlas en la bandeja que vayas a meter en el horno con el papel sulfurizado. Usa una bandeja adecuada al tamaño de tus alitas, para que los jugos que salen de la cocción se concentren en un espacio pequeño, y no se evaporen.
  • Salpimienta las alitas. 
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  • Añade el pimentón, el limón y el aceite, y masajea con las manos para permitir que todos los ingredientes queden lo más adheridos posible a la piel.
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  • ​Macera en frigorífico sin plástico, al menos una hora, pero cuanto más tiempo estén, más sabores absorberá.
  • Enciende el horno a 220 grados con calor arriba y abajo y con ventilador. Cuando las alitas están dentro baja a 210 grados y deja durante 20 minutos. Las alitas de pollo, al ser una pieza pequeña, es conveniente asarla a alta temperatura, se cocinan por completo y les da tiempo a dorarse. Usamos el ventilador de convección porque acelera el secado, el tostado, y cocinan en profundidad. El aire caliente mejora el dorado de la superficie, reduce el tiempo de horneado, y por tanto se pierde menos humedad en las alitas. Así logramos hacerlas crujientes.
  • Recomiendo revisar las alitas, ya que cada horno calienta de modo diferente. A los 15 minutos revisa con atención, hasta los 20 minutos totales, y si en este momento están suficientemente doradas será el momento de sacarlas. Para lograr el punto, observa el aspecto de las alitas recién sacadas del horno en la siguiente foto.
  • ¡Y a comer sin perder tiempo que se pierde el crujiente!
Referencias: 
  • Normativa europea de aves de corral
  • Piel anaranjada
  • Pollos de corral
  • Lavar el pollo (artículo de la BBC)
  • Lavar el pollo (artículo de El confidencial)
  • McGee, H. La cocina y los alimentos
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Bon appètit!

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1 Comentario
Chari
17/6/2020 16:41:48

¡Muchas gracias Elvira!
Además de la receta, que tiene una pinta bárbara, nos dejas un montón de información interesantísima.

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    Elvira

    Bienvenidos! Soy Elvira y soy partidaria de hacerlo en casa. Evito el producto preparado y tiendo a la cocina saludable. Me apasiona descubrir la cocina de otros países, cuando viajo mis lugares preferidos son los mercados y descubrir qué se come en el lugar. Sin olvidar nuestra cocina tradicional.  


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